Debajo de la Iglesia de La Merced yacen los restos olvidados sin pena ni gloria del conquistador español Diego de Almagro uno de los tres socios de la conquista quienes a la postre se convertirían a la vez en enemigos mortales.
Sin una hurna como la que tiene Pizarro en la catedral de Lima, custodiado celosamente de los ojos de los extraños por los padres mercedarios reposa en este convento la osamenta de Diego de Almagro conquistador del Perú.
Es clara la simpatía y afinidad entre Almagristas y Mercedarios desde la época de la conquista así como la de Pizarristas y Franciscanos.
Diego de Almagro, español de nacimiento e hijo ilegitimo de Juan de Montenegro y Elvira Gutiérrez, razón por la que adoptó el nombre de su ciudad natal como apellido, llegó al Perú junto a Francisco Pizarro y Hernando de Luque (1532).
En 1535 Almagro recibe la gracia del emperador Carlos V, de hacerse con la gobernación de Nueva Toledo, y el título de adelantado de las tierras en los territorios del actual Chile. La expedición partió en junio de 1533 y llegó hasta el valle de Aconcagua, a mediados de 1536, es por ello que es considerado descubridor de Chile.
De regreso al Cusco, Almagro, toma la Ciudad Imperial por considerarla que pertenecía a su gobernación, este hecho provocó una lucha entre almagristas y pizarristas, que concluyó en 1538 con la victoria de los hermanos Pizarro en la batalla de las Salinas.
Almagro fue hecho prisionero y ejecutado por estrangulamiento de torniquete y su cadáver fue decapitado en la Plaza Mayor del Cusco en julio de 1538; su fiel sirvienta tomó el cuerpo inerte y lo enterró en las catacumbas del templo de La Merced.
En el presente los mercedarios conocen sobre la existencia de esta tumba que esta sellada para el público y se ubica al lado derecho cerca al altar del templo y en las columnas se aprecian placas donde se hace mención a Diego de Almagro.
Una historia cuenta que hace unos años atrás poco más de una década un grupo de chilenos llegó al convento para hacer estudios sobre los restos de Almagro, se dice que el cuidador bajó a las catacumbas y dio con los nichos donde estarían los restos del español y de su hijo. Desde aquel entonces el lugar fue sellado con piedra y permanece así hasta la actualidad.
Como siempre la Iglesia se opone como en la época medieval a mostrar y dar fe de temas históricos de interés por celo o por que simplemente no les da la gana, se vive en la época medieval donde se cree que la iglesia prohíbe o la iglesia manda, seguramente lo pondrán en valor o le darán interés cuando empiecen a facturar algo por ello o cuando el gobierno pague por los gastos de ello ya que como siempre la iglesia espera que todo lo hagan en su favor y solo se manifiesta cuando va empezar a lucrar con ello.
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